Plaza de la Font del Lleó

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Plaza de la Font del Lleó

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Plaça Font del Lleó s/n, Caldes de Montbui
Obra seleccionada en el Panorama de Obras de la XV Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo

Superficie:
3.000m2
Proyecto:
Junio 2016 – Septiembre 2016
Ejecución:
Febrero 2018 – Diciembre 2018
Promotor:
Ajuntament de Caldes de Montbui
Autor:
Albert Esteva Monforte – Ar47 Estudi d’arquitectura
Constructor:
Rogasa S.A.
Colaboradores:
Gerard Izquierdo
Mónica Barrio
Fotografías
Adrià Goula

Situada en el centro del Casco Antiguo de Caldes de Montbui, la plaza de la Font del Lleó es el punto neurálgico de Caldes y el espacio más representativo de la ciudad. La fuente es el manantial de agua termal más importante de la ciudad, con agua que sale a 74°. La fuente se encuentra en uno de los extremos de la plaza, ligeramente deprimida, y de ella sale el agua caliente que se distribuye por los diferentes Balnearios y espacios termales de la Ciudad. El agua termal, el elemento patrimonial más importante, ha generado la plaza que hoy conocemos.

La plaza disfruta de un complejo entorno patrimonial e historiográfico. La confluencia de elementos patrimoniales, encabezados por la Font del Lleó, junto con las antiguas termas romanas (actualmente espacio museístico). Alrededor de estos, configurando la compleja geometría de la plaza, encontramos otros equipamientos relacionadas con el agua, como los balnearios y el museo Thermalia, que forman el epicentro de la villa termal de la ciudad.  El Ayuntamiento, también presente en la plaza, constituye el contrapunto, con un edificio moderno y contemporáneo.

Es escenario de fiestas y actividades tan diversas y exigentes como la Escaldàrium, los Castellers y Bastoners entre otros; y de ferias y mercados, la Olla y la Caldera, de artesanos o la Feria de Navidad. Un espacio muy reconocible por la población, con exigencias lógicas a las grandes actividades y aglomeraciones ciudadanas típicas de la plaza del pueblo.

La propuesta responde a la necesidad de tratar la plaza como nexo entre todos estos elementos que la conforman, a la vez que potenciar y facilitar todas las actividades que se llevan a cabo, tanto las multitudinarias como las cotidianas. Ordenar el espacio, dar respuesta a las exigencias del entorno sin estridencias, generando un espacio organizado, potente e integrador. Toda la plaza se resuelve en un único plano, sin barreras arquitectónicas para garantizar la accesibilidad, poniendo en valor los diferentes elementos históricos y garantizando la mayor flexibilidad y versatilidad para poder realizar las diferentes actividades que se celebran.

La nueva plaza se materializa con un pavimento que recupera el adoquín original de la plaza. Se utilizan dos tipos de adoquines: por un lado, la pieza que se reutiliza (mecanizada previamente para hacerla plana) situada en la zona central, y la otra, un nuevo adoquín de granito, situada en los perímetros y ante el ayuntamiento; estableciendo así, un nexo de unión entre antigüedad y actualidad.

Se recuperan las trazas históricas del natatium (situado enfrente las Termas), redibujando en el nuevo pavimento el perímetro original, mediante un tratamiento nombrado abujardado de las piezas de adoquín, que permite una ligera alteración de su textura. Uno de los objetivos del proyecto es hacer aflorar el agua termal a la plaza, generando un nuevo manantial accesible. Para salvar el encuentro entre la nueva topografía de la plaza y el acceso a las termas, se genera un gran prisma de mármol, un elemento que actúa de banco y barandilla, convirtiéndose en manantial y peana. Se genera un nuevo referente perimetral de agua en el entorno del antiguo natatium bajo tierra y formando vapor los días de invierno, elemento milenario del paisaje dinámico del lugar.

El resto de elementos urbanos buscan un papel discreto en relación con el entorno. Junto con la vegetación, se colocan al lado opuesto de los elementos de interés buscando las zonas con mejores visuales y dejando el máximo espacio libre posible en el centro de la plaza para maximizar la flexibilidad.

Este proyecto lo hemos realizado junto con Albert Esteva (Volta arquitectura), antiguo colaborador del despacho y vecino de Caldes. Esto, junto al proceso participativo que realizamos con los vecinos de Caldes, nos ha permitido tener un profundo conocimiento del lugar, sus necesidades y potencialidades.

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