Hemos perforado el emblemático muro de la prisión de la Modelo con unas aberturas que permiten establecer un diálogo visual entre el exterior y el interior de la prisión. Esta actuación es una de las primeras intervenciones en este equipamiento para abrirlo a la ciudad, el objetivo es provocar una interacción entre el peatón y el interior del patio de la Modelo, para hacerlo participar del interior mediante el inicio de un diálogo visual.

En el interior del patio se ha hecho una instalación artística para que la ciudadanía tome conciencia del valor patrimonial y arquitectónico del equipamiento.

Las aperturas se conforman como marcos metálicos de acero corten recortados en el doble muro existente, con un cristal fijo por la cara interior. La operación es una actuación sencilla y de ágil ejecución, alterando mínimamente los elementos existentes y las instalaciones que circulan por el camino de Ronda (el espacio entre muros).

Las ventanas, tanto las del muro exterior como las del muro interior, tienen forma atrompetada, simétrica o asimétrica, buscan ángulos y alineaciones visuales concretas desde el exterior hasta el interior, con el fin de permitir la visión interior del espacio y de la instalación del colectivo BoaMistura, ubicada dentro del patio, y que consiste en juegos de visuales y palabras escritas resaltando en los tristes paredes de la cárcel.